Hígado
El
hígado es el mayor órgano del cuerpo humano. En el adulto cadáver, pesa cerca
de 1200 a 1550 g. En el vivo, cerca de 2500 g. En los niños, es
proporcionalmente superior. Por eso, en aquellos muy jóvenes es hasta cierto
punto responsable de la protuberancia abdominal. El hígado es un órgano
intra-torácico, situado detrás de las costillas y cartílagos costales, separado
de la cavidad pleural y de los pulmones por el diafragma. Localizado en el
cuadrante superior de la cavidad abdominal se proyecta a través de la línea
media hacia el cuadrante superior izquierdo.A pesar de la protección dada por
la cobertura de las costillas y cartílagos es el órgano abdominal más
frecuentemente lesionado en el trauma abdominal. La cápsula fibrosa del hígado
(Glisson) da al hígado del cadáver una forma bastante precisa. En el vivo, sin
embargo, el órgano es blando, fácilmente romplible y con cierto grado de
dificultad para ser suturado.Mide en su diámetro mayor, o transverso, 20 a 22,5
cm. En la faz lateral derecha, verticalmente, mide cerca de 15 a 17 cm y su
mayor diámetro dorso-ventral, 10 a 12,5 cm, está en el mismo nivel que la
extremidad craneal del riñón derecho. Tiene la forma de una cuña con la base a
la derecha y el ápice a la izquierda, es irregularmente hemisférico con una faz
diafragmática, convexa, extensa y relativamente lisa y otra faz visceral,
cóncava y más irregular.El tejido del parénquima hepático está compuesto de
lóbulos unidos por un tejido areolar extremamente fino en el cual se ramifican
la vena porta, la arteria hepática, las venas hepáticas, linfáticos y nervios,
estando todo el conjunto revestido por una túnica fibrosa y una serosa. La
túnica serosa (tunica serosa) deriva del peritoneo y cubre la mayor.parte de la
superficie del órgano. Está íntimamente adherida a la túnica fibrosa. La túnica
fibrosa (tunica areolar) se sitúa debajo del revestimiento seroso y recubre toda
la superficie del órgano. Es de difícil identificación, excepto donde la serosa
está ausente. En el hilio la túnica fibrosa se continúa con la cápsula fibrosa
de Glisson, en la superficie del órgano, al tejido areolar que separa los
lóbulos. Los lóbulos (lobuli hepatis) suponen la principal masa del parénquima.
Sus lobulillos, con cerca de 2mm de diámetro, dan un aspecto maculado a la
superficie del órgano. Son más o menos hexagonales, con las células agrupadas
en torno de una vena centrolobulillar, división menor de la vena hepática. Las
paredes adyacentes de los lóbulos vecinos hexagonales (o irregularmente
poligonales) están unidas entre sí por una cantidad mínima de tejido
conjuntivo. Microscópicamente, cada lóbulo consiste en un conjunto de células,
células hepáticas, distribuidas en placas y columnas radiadas, irregulares,
entre las cuales se encuentran los canalículos sanguíneos (sinusoides). Entre
las células están también los diminutos capilares biliares. Por lo tanto, en el
lóbulo existe todo lo esencial de una glándula de secrecion, o sea, células que
secretan; vasos sanguíneos en íntima relación con las células, con la sangre a
la cual la secreción deriva; y ductos, a través de los cules la secreción es
eliminada. El espacio porta es la denominación dada a los espacios existentes
en todo el parénquima en los cuales se encuentran distribuidas las ramas
menores de la vena porta, de la arteria hepática y de los ductos biliares.
Estas tres estructuras están unidas por un delicado tejido conjuntivo, a la
cápsula fibrosa perivascular o cápsula de Glisson. En el hígado encontramos
áreas sin cobertura peritoneal. En la faz diafragmática una gran parte de la
porción dorsal no está recubierta por peritoneo y está fijada al diafragma por
tejido conjuntivo laxo. Esta área descubierta, llamada área desnuda (area
nuda), está limitada por las hojuelas superior e inferior del ligamento
coronario. En la faz visceral no encontramos la cobertura del peritoneo en el
hilio y en la inserción de la vesícula biliar.
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